domingo, 13 de marzo de 2011

Le perdono

Gerardo Bloomerfield, fue en la primera decada de este siglo un escritor, medianamente famosos en el undergroud, por sus relatos llenos de horror y gore, matizados con un humor por demas oscuro. Me impresionó en aquellos años, no solo su escritura, tambien su filosofia de vida (la cual lo hizo amigo de un asesino serial o verse obligado a dejar su pais por amenzas de grupos cristianos). Se volvio cristiano y me senti tracionado, eso me sirvio, para darme cuenta que no era tan bueno como yo creia, sin embargo, la huella de sus escritos se quedara como una de mis primeras influencias fuertes y es por ello que he decidido volver a leerle, pero ya sin la admiracion que le profesaba entonces. Dejo algo de su nueva escritura, conserva un poco de ese algo que me hice admirarle.




La que bebe sola.
Autor Gerardo Bloomerfield
DEC 1
“Bebe sola compañera
bebe ignorada y repite
bebe tu amnesia certera
y que el olvido te invite”
(De “Del Alcoholismo como la primera causa de detención en el Afganistán Post-Talibán” por Tomás Aquino, pág. 13, párrafo 2)
Los bares estos de noches como aquellas son como tu esa familia Bob:, y yo vos lo sabés.
No te hacen preguntas Bon, te ignoran sin despreciarte. Sin dejar de mirarte te esquivan, como tu familia Bob, como tu mi familia.
Solo te piden que soltés tu dinero y te guardés las palabras donde puedas, acaso donde mejor puedas. ¿Viste que cosa mas incómodas de guardar las palabras? . Como tu esa familia Bob, deberías saberlo. Pero si lo sabés , guardátelo. Donde debas o puedas.
En eso hay consenso Bob, hay consenso :
RESOLUCION NUMERO UNO (tomada por la nube de carne anónima a lo ancho y largo de todo el bar) : que te hundas en el único reflejo de tu rostro capáz de no recordarte mas nada que poca cosa, perdido en la soledad de la grappa barata. El lago portátil donde las aguas se ondulan al beberlas.Ahogáte en él, en el único mar que se lleva el viento y el tiempo Bob.
Metete en tus asuntos que a nadie le importan. Si no no estarías acá, donde los techos fuman fracasos y las lamparitas chupan mas grasa que el filtro de un extractor. No llegaste pasado , llegaste digamos “a punto”.
Llegaste a punto para las 11, la hora del silencio Bob. Silencio relativo, circunstancial. El alcohol silencia también porque si no se callan un rato no pueden beber. Es como intentar cargar un auto en marcha, ¿sacás?.
Antes de eso, toda esta manga de borrachos se sienten demasiado alegres. Después de las doce se creen demasiado violentos. La alegría y la violencia molestan Bob, deberías saberlo. Pero no lo sabés porque no sos soy un tipo alegre ni un tipo violento. Ni siquiera sos un tipo ya: sos una sombra a la que va pisando descuidadamente un montón de ropa rellena de carne, que cada vez te queda mas ajustada Bob.
- He engordado… ultimamente. No sé como lo sabe. No me conoce.
Bob vació el vaso de grappa en su tráquea y era áspero como llenar un cono de diarios de maníes resecos.
Si y como Bob… Los conozco a todos. Todos son igual de diferentes.
Como estos esos vasos.
Yo sigo limpiando el vaso interminable: los cantineros no hacemos hacen mas que servir y fregar con un trapo sucio como el pasado unos vasos que a nadie le importan. Ya sabés como es Bob.
-¿Y aquella de allá?
La mina se escondía lejos de todas aquellas miradas alcohólicas y sus alientos resecos.Acampaba sobre una mesa con un juego de vasos delante y sin juegos de palabras detrás. Viene todas las sombras. Es clienta ya o debería, supongo supone.
Cosa extraña en una mina: sola en un bar que “de facto” es de hombres. Ya se sabe : hay bares para maricas en esta ciudad y bares para hombres. En definitiva los maricas son hombres también, ¿no? O sea que no hay bares para mujeres en esta ciudad y es extraño. Pero eso no quita que sea extraño también que la mina venga sola a un bar de hombres.
Las mujeres no beben solas. Las minas te olvidan bebiéndose a otro tipo, no dándole de comer a uno , a saber el dueño de un bar. No son como nosotros (los hombres y los maricas). Pero esta chica es .. como tan rara, Bob.
Me da mas curiosidad que miedo y eso es preocupante. Escuché cosas. Los mas borrachos parecen incomodarse y sentarse lejos.
Sabía que la mirarías Bob. Sabía que la mirarías después de tu tercer trago.
La que bebe sola… todos lo saben. Comenzó a venir si hace un par de meses, todas las sombras, cada sombra de la semana acá. Siempre pide lo mismo, buena clienta. Pero no durará duraremos. Lo bueno jamás dura, eso de que si es bueno te durará para siempre solo funciona con los relojes y las herramientas.
No dura mas de un par de meses en cada bar, eso dicen YO NO SÉ. Se sienta ahí, ajena a todo lo que no sea su vodka. No acepta invitaciones , eso dicen YO NO SÉ.
Me cagué de la risa en tu cara Bob, porque no dejás de mirarla. La muchacha está allí. Podría ser china o peruana. YO NO SÉ. Solo veo sus ojos rasgados como de gato. Vos no los ves ahora. No le eches la culpa a mi poca luz.
Es japonesa, o coreana. O tal vez peruana.
Eso dirías si fuera de día y con medio litro alcohol menos. En este momento podría ser un hombre, negro o ruso. O incluso un piano. Eso si que no podrías saberlo Bob. ¿Otro trago? No te quiero asustar…. no , en serio. No es un marinero coreano, no es un espía ruso.
Tranquilo Bob, es una chica. “Carola”. Así la bautizé. “Carola: la que bebe a solas” . Decime vos que mina no acepta tragos … me refiero a las minas que vienen a estos bares. Vienen a buscar fracasados que les hagan olvidar con un fracaso sin estrenar un fracaso anterior. Que alcoholica no acepta un trago gratis de un fracaso.
- ¿Ella?
Así es Bob, deberías saberlo. Pero como no lo sabés, averigualo. La mesa está a menos pasos que el baño. Mirarle esos ojos te saca las ganas de vomitar y te ahorra el camino al baño. Si vas al baño por ahí no llegás. Andá a acompañar su soledad .Hacéte ese favor Bob.
Así, arrastrate hacia aquella esquina pisando esa sombra enojada, pero firme.
Dos clientes que se marchaban del bar se cruzaron en tu camino, no les des bola. Van ya lo suficientemente ebrios como para no volver a recordar tu rostro. La noche traga tanto como beben sus habitantes.
Bob se sentó y se sintió. ¿Cómo se sentó? Cayó medio desparramado. ¿Cómo se sintió? Como un estúpido claro y para no desentonar con sus sentimientos como un estúpido también preguntó después de sentarse si podía hacerlo.
- ¿Puedo… sentarme aquí, señorita?
- Ya lo hizo. Igual no se preocupe no me molesta.
Delante de la mirada de “Carola , la que bebe a solas” , había cinco vasos. Tres estaban vacíos ya, y allá iba por el segundo. Parecían por la disposición semicircular sobre la mesa de madera apenas iluminada por la tenue lámpara contra la pared sobre ella, una especie de xilófono. Tomo una de las notas que quedaba sin hacer sonar.
- Disculpe: necesito un trago para soportar la pregunta que me hará.
Bob sonrió.
-¿Qué te preguntaré?
- En algún momento me preguntará si me gusta el sexo oral. Pero por ahora me preguntará solo mi nombre. Lo cual es una pregunta estúpida. Ya se lo dijeron .
En los bares a las 11 de la noche solo se hacen preguntas estúpidas o preguntas sucias Bob. Deberías saberlo.
- No , solo me dijeron que aquí…
- No le dijeron. Le dijo. El imbécil de la barra.
Vació la nota. El piano quedo con cuatro teclas vacías y una pidiendo la eutanasia en aquella boca.
-Si.Así me dicen y eso soy. Cinco vasos de vodka por noche. En silencio. No soy prostituta señor. Me pago mis propios tragos. Cinco vasos de vodka: uno por cada dedo. Es de sabios saber de límites.
Bob sonrió.
- Pero los límites se pueden transpasar…
Bob guiñó un ojo.
- Yo los límites prefiero beberlos- dijo la que bebía sola y aceleró el final de su ronda- Voy a terminar mi último trago. Y lo dejaré a solas Bob. Debo volver.
Bob eructó. Luego habló. Tiempo suficiente para que el quinto pétalo de aquella margarita de alcohol y vidrio delante de Carola estuviera ya en su mano izquiera. Era zurda.
La mina se ponía a cada minuto mas rara.
- ¿Volver a donde?
- A la cama donde duermo, no a la cama donde me va a invitar usted. Antes que sea tarde. Si me quedo me dará sed. Y no queremos que suceda eso. Cinco vasos Bob, es mi límite . Debes saberlo.
Y entonces fue que aquella enorme masa de cansancio , de divorcios y despidos , de negocios fallidos sintió que no podía sobrevivir a esa noche sin la compañía de aquella joven. Carola o como fuera.
Miró su mirada negra, su pelo negro. Solo su piel era blanca, tan blanca que parecía una servilleta mas en medio de la penumbra del bar.Lo único limpio y blanco que encontrás en un bar de esos son las servilletas de papel que aún no se han sacado de la caja.
Esa masa , esa ropa rellena que pisaba una sombra indiferente, le sonrió mientras contemplaba como los tres jóvenes ebrios de cerveza de la mesa mas allá se levantaba y desaparecían en el frío de la puerta afuera.
- Te invito a un trago. Vodka como te gusta…
- Ya bebí mis cinco tragos, en este mismo momento. Bebo sola. Y solo cinco…
Bob insistió.
- He tenido un mal día. Tal vez no me conozcas, pero , necesito hablar con alguien…
- Pague un psicólogo. O vaya a buscar un cura como la gente que no puede pagar un psicólogo.
- No no es eso. Tienes algo especial. Mira no soy de aquí. He llegado hace unos años, desde Canadá. Lo notás por mi acento. Este país es un desastre..
Los cinco vasos de Carola estaban vacíos.
- Lo sé pero no me molesta. Solo bebo lo que necesito. De eso se trata.
- Bueno , yo necesitaba … algo dinero para formar un hogar. Conseguí el dinero , formé el hogar y completar el hogar terminó con mi dinero. Mi mujer se fue cuando se acabó el dinero así que .. no entiendo. Solo me quedó la nevera y una botella de grappa. No hago sino caminar y beber … Carola.
Carola miró sus cinco vasos vacíos. Sus ojos negros se clavaron tan hondo en los ojos de Bob que casi lo deja ciego:
- Mire , le puedo aceptar un trago. Pero debo advertirle …
- Oh.. tengo dinero para pagar.
- Es algo mas que eso.
- No intentaré abusar de ti. Solo deseo que tomes un trago mas y me acompañes a mi con el siguiente.
- Si bebo un trago mas me embriagaré señor Bob. Y entonces… puede que vea doble.
Bob rió, rió, rió.
- No abusaré de ti . Tranquila. ¡Cantinero, un trago!
Carola se siente muda. O el universo está sordo.
- Solo yo soy capaz de abusar de mi. Pero si bebo un trago mas.. veré doble…. y si veo doble…
Carola suspira.
-Acepto, esta bien. Pidame ese trago. Vodka sin hielo.
Me sonreíste Bob, como si hubieras ganado una apuesta que nunca jugamos. Yo no dije que no fuera a dejar de aceptar tu trago. Dije que no lo hacía . Y ahora lo hizo. Eso te hace único Bob. Ya te lo sirvo.
Déjame cobrarle a estos últimos clientes que ya se van…y te llevaré esos vasos.
- Yo invito- repitió Bob orgulloso.
El vaso de vodka y el de grappa aparecieron juntos sobre la mesa. Pero desaparecieron por separado. El vodka ya se había perdido en la boca de Carola, mucho antes que Bob apoyara el vaso de grappa sobre sus labios.
- Estoy ebria Bob, deberías saberlo.
Bob rió.
- Ya comenzaste a tutearme.. eso me gusta. Lástima que no me hables a mi. Le estás hablando a la silla vacía que está a mi lado.
Carola sonrió.
- Es que también estás en esa silla. Puedo hablarte ahí .. o aqui como quieras.
Y lo miró.
Bob tosió.
- Estás viendo doble, ¿n0? Es común no te asustes. Ya dijiste que te sucedía a menudo.
- Yo no estoy asustada Bob. No es mi doble, es el tuyo . Ahí lo tienes. Sentado al lado.
Bob sintió la bebida se le escapaba por los poros, se sintió sudar miedo. Y torció la vista.
Y allí no había un espejo Bob. Pero debería haberlo. Para darle una explicación que no asuste, que no tense. Porque ahí estabas Bob. Estabas sentado al lado tuyo. Solo que tu rostro parecía haber recibido la visita de una bolsa de gatos y la cabalgata de un ejército de ratas.
- Hola Bob…
Bob dejó caer el vaso sobre la mesa. Bob quedo mirándolo sonriendo.
- Pero… ¿quién es?
- Soy Bob… deberías saberlo Bob.
Bob se puso serio desde aquellas desfiguraciones en el rostro, aún era Bob . Y Bob comenzó a reir.
Ocultó su cara entre sus brazos para no ver aquel rostro horrendo que era el suyo.
- Carola , la grappa de este bar … es pésima.. me veo a mi mismo.. jajaja … como vos me ves doble.. yo también me veo doble… solo que distorsionado…
Carola, la que bebe sola ya no sonreía , ni bebía, ni hacía mas nada que mirar su vaso vacío. Su sexto vaso. Finalmente estaba ebria. Finalmente había visto al doble. Finalmente todo sucedería y finalmente debería encontrar otro lugar donde ir a beber. Era su última noche en aquel bar.
No debiste aceptar el trago Carola, siempre bebés sola.
- Soy rara, usted lo dijo. Por no aceptar siendo alcohólica un trago invitado. Soy rara pero no excepcional. Deberías saberlo cantinero.
Bob miró a Bob.
- Y .. ¿qué se supone que te diga?
- Nada. Yo se todo lo que me puedas decir.
- Pero .. ¿por qué puedo verte?.. Estoy muy borracho.. ¿verdad? Desde aquella cantina en Quebec hace 15 años que no.. estaba tan borracho.
Bob le sonrió a Bob.
- Estamos un poco borrachos si. Pero esta es la borrachera de ella Bob. Ya sabés lo que dice el chiste… me emborracharé cuando cobre así veo el doble de dinero…
- .. y cuando salga a pagar beberé café para pagar la mitad de las cuentas. ¡Oye! ¿Cómo sabes ese cuento? Me lo hicieron hace muchos años. Antes de venir a este país.. antes de mis matrimonios y de la .. vez .. que bueno .. ese hijo de puta de.. ya sabes .. me estafó y …
Carola miró a Bob y miró a Bob.
- Señores tienen mucho de que hablar, pero debo irme. Cantinero: ya te pagué las cinco copas por adelantado como siempre. El sexto trago lo invitó el señor..
Bob miró a Bob.
- Ella me vé Bob, ella me vé. Vé lo que nunca viste: soy su borrachera Bob, soy tu lucidez.
- ¿Y qué? Sos yo… estoy borracho.. te veo .. me veo doble… no importa.. sos la misma basura que yo… la dejaste allá imbécil.. en Canadá…
- Ajá
Carola miraba a Bob y a Bob mientras encendía un cigarrillo.
- Y viniste a naufragar a este jodido país. … te casaste con aquella estúpida de Karen…
- Ajá.. si Bob.. lo hiciste…
Carola miraba a Bob y a Bob mientras guardaba los cigarros en la cartera.
- Y después la embarazaste.. de aquella insoportable niña.. invertiste todo el dinero .. de aquella empresa en remodelar la casa… imbécil… llegabas borracho … y ella salía con tu socio…
- Tu deberías saberlo Bob
Carola miraba a Bob y a Bob mientras guardaba sus llaves en la cartera.
- Después te casaste con .. Celia.. era buena gente Bob.. pero lo arruinaste todo.. y dejaste otro hijo por el camino.. la dejaste para irte con … aquella rubia.. ni el nombre te acordás…
- Como tu digas. Yo soy el único que no podrá contradecirte.
Carola miró el reloj en la pared. Y tomó su encendedor , lo debería guardar luego…
- .. y te llevabas a la niña.. y abusaban de ella los dos.. por eso tuviste que darle todo… para evitar una demanda.. y ahora.. ahora solo vales el precio del alcohol que llevás dentro maldito fracasado.. y no es mucho el valor creeme Bob… y aquella noche, le pagaste a aquellos perdedores. Era mas barato pagarles una vez … a ellos y que terminará todo en una noche.. que pagarle a tu hija de por vida.. el silencio siempre es caro.. pero en cuotas es mas caro.. y la mataron…
- ¿Y qué querías que hiciera?
- Irte.. olvidarla…. dicen que la enterraron casi viva.. así salió en la prensa.. dicen que la violaron… nunca pudieron ligarte.. país de mierda… no hay justicia… Te hubieras ido… a vivir de los recuerdos…
- Bravo… No me fui. No te fuiste, ¿y que quisieras que haga Bob?
Carola miró el encendedor en su mano. El alcohol y el fuego, no son justos pero son imparciales.
-¡Que desaparezcas.. maldito.. has hecho todo mal.. todo mal…!
Bob se puso a llorar y Bob sonrió compasivo.
Carola se acerco a Bob el doble, a Bob el alma deforme de rostro espantoso aún en la penumbra, y acerco su encendedor a uno de sus hombros.
Chasqueó la rosca y la chispa fue enorme.
Tan enorme que como cantinero nunca vi nada igual Bob. No ardiste, si hubo llamas duraron un segundo. Solamente desapareciste , te volviste fuego en un segundo y al otro cenizas.
Como una película que se extingue, como una linterna que se apaga.Tu doble desapareció Bob, y quedaste sumergido en el espanto.
-¿Qué… o..?
Te quedaste mirando Bob, anonadado. Y luego también comenzaste a desaparecer como cualquier reflejo.
- Se lo dije. Veo doble. Me embriago y veo doble. Quien acepta un trago acepta un destino, pero yo no puedo cargar con la mugre que llevan ustedes a cuestas. Yo soy la que bebo a solas.
Tu mirada fue de horror. Te miraste las manos Bob: tus dedos se esfumaron uno a uno como cigarrillos . Tus ojos se hundieron. Desapareciste por segunda vez y el polvo comenzó a flotar. Polvo siempre sobra por aquí no te preocupés.
Y la dejaste sola Bob: la dejaron a solas con su encendedor, y con el embrión de una resaca.
Y a mi me dejaron sin una cliente. Buena clienta. Cinco vasos de vodka, y siempre tomaba sola. Dicen que va unos meses a cada bar, luego .. ya no.
Me miraste Carola:
- Algunos beben café… yo simplemente recuerdos. Perdón por las cenizas cantinero…
No te preocupes Carola. Ahora que el bar quedo absolutamente vacío barreré si tengo ganas, o dejaré una ventana abierta para que se barra solo.
Las cenizas y los recuerdos se los lleva el viento, como las palabras y los clientes Carola. Vos deberías saberlo.
Y saliste a navegar la noche y la soledad en busca de algún otro rincón sucio , de un nuevo bar en la ciudad.

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