Entro al bar, ahí esta, desde el primer instante en que la veo sé que tiene algo especial. Me causa una sensación que jamás había experimentado.
Me acerco a la barra, estoy a unos metros de ella; la observo y me doy cuenta que si acaso los ángeles existen debe ser uno de ellos.
Llevamos más de 2 horas conversando, nunca había estado con alguien que fuera capaz de hacerme sentir de esta forma. De pronto me habla al oído, me invita a su casa, esa es una invitación que no puedo y no debo rechazar.
Las cosas han salido así, no sé porque lo permití pero ya no me importa sólo me dejo llevar.
Está desnuda y yo también. Su cuerpo me exige que lo posea y yo deseo que se adueñe del mío.
Recorro cada parte de su cuerpo con las yemas de mis dedos, su piel es tan suave. Me ordena que la bese... lo hago y se roba parte de mi alma en ese beso.
Estoy temblando, ella acaricia mi pecho, araña mi espalda, muerde mi cuello. Por un instante somos uno con el universo... ella y yo... solo uno.
Me mira a los ojos, su mirada es la más hermosa que jamás haya existido y mientras me ve hace esa terrible pregunta ¿quién eres? Y así, de golpe me trae de vuelta a este mundo.
¿Quién eres? Pregunta de nuevo. Algo sale de mis ojos, creo que le llaman lagrimas.
¿Quién eres? Insiste, entonces me armo de valor y recuerdo quien soy... recuerdo lo que soy.
Mi nombre es Anselmo, mi profesión sicario y esta noche voy a matarte.
Este de los primeros, debe ser el tercero que escribi a comparacion y es de los más fresas. Quiza hasta un tanto contradictorio con la personalidad que fue desarrollando con el tiempo
No hay comentarios:
Publicar un comentario