domingo, 26 de febrero de 2012

Música de cañerías, Charles Bukowski

Música de cañerías: la música catarral del agua caliente abriéndose paso por los radiadores de míseros hoteluchos de Los Ángeles: una buena banda sonora las historias de Bukowski en este nuevo libro. “Ernest Hemingway y Henry Miller están vivos y jodidos viviendo en un cuartucho de alquiler en East Hollywood -así podría uno pensar de leer este libro-. Sórdido, obsceno y violento, en Los Ángeles de Bukowski se parece más al París de Miller que al de Hemingway, pero nuestro guía a través de este submundo está más próximo al lacónico estoicismo de Hemingway que a las rapsodias apocalípticas de Miller. Vidas de tranquila desesperación explotan en actos de violencia aparentemente fortuitos e inmotivados. En cada relato aparecen impulsos homicidas nacidos de frustraciones para las que no hay cura posible”.


Una vez me topé con este autor de forma indirecta. Existía hace algunos años (diez o más) un comic mexicano para adultos que trataba de emular el estilo manga. La mayoría de sus historias no pasaban de servir para ver monitas desnudas, pero algunos números se basaban en relatos cortos de diferentes autores. Fue así que me topé con la adaptación de Golpes en el vacío, cuento que relata como un hombre convence a la mejor amiga de su esposa para tener sexo y como su conquista se ve frustrada por el extraño hermano de la chica.
Los personajes de todos los textos de Música de cañerías son muy parecidos: viejos, alcohólicos, apostadores y miserables perdedores. Tanta semejanza entre unos y otros (en ocasiones incluso en los nombres) es quizá el defecto más notorio del autor, pero dejando eso de lado sus historias son muy buenas.
Exponente del realismo sucio, Bukowski nos muestra en sus relatos historias que nos hacen pensar en la rutina y el hastío que esta provoca, decoradas con un buen toque de violencia y sexo.
EL GRAN POETA nos muestra a un hombre lisiado obsesionado con su ex mujer, capaz de escribir textos hermosos viviendo en un muladar, contentadonse con acariciar las zapatillas de su amada y meterse los tacones por el ano mientras orina en botellas de vino vacías.
UNA LIGERA RESACA trata sobre un hombre al que se le van las copas en una fiesta y termina encerrándose en el baño con dos niñas, hijas de su mejor amigo. El tipo no recuerda nada. Aquí lo sorprendente es la frialdad con la que todos los involucrados tratan el asusto, desde la esposa del protagonista hasta los padres de laspequeñas. Al final del relato el protagonista es cuestionado sobre qué lo hace beber, su respuesta es genialmente trágica.
El enamorado de los elevadores, es uno de esos cuentos que molestan, que hacen que el lector se incomode y sienta repulsión hacia el personaje o más bien desee sentirla, y la molestia venga de que no sea así.
En cuentos como: Puteo lírico, Como conseguir que te publiquen, Una jornada de trabajo, y otros más, veremos a sus protagonistas, escritores borrachos, viejos y pobres, sobrevivir entre sus dificultades económicas, sus vicios y sus excentricidades.


En conclusión, Bukuoski tiene merecido el mote de escritor maldito y así, con este solo libro, se ha ganado un lugar entre mis autores favoritos.

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