Un asesino en serie,
metódico y concienzudo, comete varios crímenes sin que nadie sospeche su
autoría. Sin embargo, la vida del asesino y la del sargento Hopkins tienen
parecidos sorprendentes. Ambos están obsesionados por las mujeres y las aman,
aunque cada uno a su manera. Ambos, también, fueron violados de niños. Son dos
"iluminados" con una misión que cumplir.
La novela tiene un empiezo fuerte con la violación del
asesino, luego de eso nos topamos con el inicio de la historia del detective,
después saltamos de nuevo a la vida del asesino y así el autor irá llevándonos de
uno a otro hasta que sus caminos se cruzan.
Hopkins es un detective muy eficiente, pero además de ser
mujeriego tiene serios trastornos que casi rivalizan con los de su contraparte.
La sicología del asesino y su modus operandi es una bocanada
de aire fresco luego de tanta serie policiaca donde no se cansan de mostrarnos
que todos los serial killers se
comportan igualitos (digo irónicamente porque la novela es de 1984), pero sin
dejar de parecer creíble.
Hay momentos de violencia bastante gráficos y crudos, como
también existen varias escenas de sexo con descripciones y metáforas muy
extrañas.
Tiene un par de defectos que sospecho son a causa de la
traducción: un error en la cuenta de las víctimas y un arma que aparece de la
nada.
Primera novela que leo de Ellroy y que me deja con un buen
sabor de boca.
Descubrí que es la primera de tres novelas protagonizadas
por el mismo detective y que tiene una adaptación cinematográfica llamada “Cop,
con la ley o sin ella”.